La deflación a diferencia de la inflación, consiste en la caída generalizada de los precios de los productos de bienes y servicios por un tiempo prolongado. Esta baja tiene lugar cuando la demanda por esos bienes y servicios disminuye y a su vez el ingreso familiar se empieza a ver disminuido, esto genera que las familias opten por comprar cada vez menos.
También puede tener lugar la deflación cuando las empresas empiezan a ser más eficientes y las cosas que ofrecen tienden a ser generadas con menos recursos y por ende menos costos sin perder su calidad. Esto si se ve superficialmente pareciera ser algo bueno, puede ser visto con buenos ojos para los ahorradores y para algunos inversionistas. Pero tiene efecto en aspectos tan importantes como el Producto Interno Bruto o PIB, debido a que este en un periodo deflacionario tiende a disminuir, generando problemas a nivel nacional.
También la deflación aumenta el costo de las deudas que tiene un país. Los estados buscan desesperadamente que sus habitantes gasten el dinero que tienen, sin embargo ocurre lo contrario y las personas tienden a guardar su dinero esperando a que a futuro puedan caer aún más los precios, incrementando aún más el problema deflacionario.
Actualmente uno de los países que se encuentra experimentando deflación es Japón, desde 1990, año en que ocurre la explosión de la burbuja económica, esta situación ha generado descalabros en la economía, viéndose menos competitiva y la precarización del estilo de vida de las familias.